De lá retirei este curioso texto:
Las discográficas se rendirán en 2011
¿Por qué los responsables de la industria discográfica parecen no tener ni idea de lo que se cuece? Su negocio se desintegra a la vista de todo el mundo. Y sin embargo todo lo que parece obsesionarles son una serie de ganancias a corto plazo; desde llevar a juicio a simples escuchas por haber obtenido su música mediante descargas hasta exprimir todo lo posible los derechos procedentes de nuevos y exitosos servicios online. Está claro sin embargo que el coste a largo plazo va a ser terrorífico. De momento toda una generación de jovenes amantes de la música obvian por completo la presunta ilegalidad del robo de música. Tanto descargar como escuchar online es gratis. Desde el momento en el que es tan sencillo copiar una canción como lo es realizar un millón de copias, no debería haber otro remedio que permitir una amplia zona gris alrededor del concepto de uso justo. O eso, o la superestructura económica detrás del negocio discográfico se va al carajo.
La creencia en la existencia de algo llamado «propiedad intelectual» se ha vuelto absurda.
Michael Arrington cuenta haber estado almorzando con un directivo de una gran discográfica y charlando sobre el tema. Su sorprendente respuesta es ésta:
Es parte del plan. Las discográficas sabemos que la música grabada, ya sea descargada o en streaming va a ser gratis en el futuro. Llevamos mucho tiempo discutiéndolo sin descanso. Las ventas de CDs se reducen a ritmo de un 20% cada año, y lo único que podría parar esa tendencia es simplemente que las ventas lleguen a cero. Y nada va a sustituir esos beneficios.
La música grabada va a tardar poco en convertirse en marketing colateral. Pronto la práctica totalidad de los beneficios van a ser obtenidos de las actuaciones en directo, camisetas, tonos de llamada, etc. Todos esos servicios en Internet que ahora están siendo llevados a juicio van a tardar poco en convertirse en utilísimos medios para dar a conocer la nueva música. Hoy por hoy, pagan, bien en concepto de streaming, bien con indemnizaciones tras juicios. Pero pronto el flujo del dinero bien podría darse la vuelta, y ser los servicios los que son pagados por las discográficas.
En 2013, o posiblemente en 2011, las discográficas ya habrán reorganizado sus modelos de negocio alrededor de lo que ya es Internet, las redes sociales y los servicios para compartir ficheros. Ya no estarán atadas a las ventas en soportes físicos. Harán bien las bandas en gritar aquello de «por favor pirateen mis canciones» porque la condición de leoninos de los nuevos contratos no va a tener precedente. Las discográficas van a llevarse ahora su buen porcentaje de conciertos, mercadería, patrocinios publicitarios, sitios de fans, etc.
Como consumidor, no esperes un gran cambio. Incluso si diez años más allá ya no existen las discográficas.
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